Historia 3º 1º y 3º 2º
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Fecha límite de entrega : 27/3/20
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Lee el siguiente texto y responde estas preguntas
1- ¿ Qué entiendes por revolución ?
2- ¿ - Qué fue la revolución industrial?
3- Menciona las causas y consecuencias de la revolución industrial.
4- Realiza un cuadro comparativo con las semejanzas y diferencias entre la Primera y Segunda ( inventos fuentesde energía ,actores,)
5 - Describe las nuevas industrias que surgieron.
Revolución industrial.
¿Qué son las revoluciones?
Una revolución es un cambio violento, repentino y permanente en las condiciones de un sistema de cualquier tipo, es decir, a un reordenamiento súbito del estado de las cosas. Este término proviene del latín revolutio (“dar una vuelta”) y se aplica especialmente al orden político y social de las sociedades al paradigma científico-tecnológico y a otros ámbitos específicos.
No existe un consenso respecto a qué puede o no constituir una revolución en términos históricos, pero ha habido muchas a lo largo de la historia de la humanidad, y siempre han tenido implicaciones profundas en la existencia humana local, regional o mundial, por lo que suelen ser estudiadas con mucho interés por los historiadores.
Tipos de revoluciones
En una revolución industrial surgen nuevos modos de producción y formas de trabajo.
Existen diversos criterios para clasificar las revoluciones, dependiendo del área de estudios que se emplee para ello. Pero a grandes rasgos hablaremos de seis tipos diferentes:
· Revoluciones políticas. El cambio producido tiene que ver con los mecanismos para ejercer el poder y puede generar nuevo modelo de administración del Estado o al retorno de alguna otra tradicional.
· Revoluciones sociales. A partir de un nuevo modo de entender la sociedad, se impone una nueva manera de conducir las relaciones individuales y colectivas, generalmente debido al surgimiento de una nueva clase dominante.
· Revoluciones económicas. Los modos de producción y distribución de los bienes y servicios de una sociedad se alteran drásticamente y son replanteados, ya sea gracias al descubrimiento de nuevos modos de producción o por un cambio en el modelo de administración de lo económico.
· Revoluciones científicas. Se da un cambio radical y profundo del paradigma científico en una o varias áreas del saber humano, alterando permanentemente lo considerado hasta entonces verdad científica y lo que no.
· Revoluciones tecnológicas. Se incorporan a la vida cotidiana nuevas tecnologías o nuevos artefactos que generan un impacto irreversible y considerable en la sociedad como un todo, permitiendo nuevas relaciones y alterando el mundo humano de modo significativo.
· Revoluciones industriales. Los cambios extremos en lo tecnológico, social y económico gestan nuevos modos de producción y nuevas formas de trabajo, y esto repercute en lo financiero, organizacional, etc.
Revolución política
Cando se habla de una revolución política se refiere siempre a cambios radicales en el modo de ejercer y detentar el poder. En ese sentido, las revoluciones políticas suelen involucrar a las instituciones del Estado y ser ejercidas por quienes detentan el poder social y económico. Por eso es frecuente que sirvan de palanca para el cambio de las estructuras políticas, aunque este cambio puede dar pie al surgimiento de fuerzas inesperadas. En ese sentido, las revoluciones políticas suelen ser relativamente poco sangrientas, excepto en los casos en que derivan en revoluciones sociales o en conflictos bélicos.
Revolución social
Las revoluciones sociales son mucho más sangrientas que las revoluciones políticas.
Una revolución social suele generarse cuando una revolución política involucra, además, cambios profundos en la repartición de las riquezas, en el acceso a los bienes o en el control de los medios de producción. No constituye una simple restructuración violenta de los poderes políticos sino que además genera una restructuración violenta del tejido de la sociedad. En ese sentido, pueden ser mucho más sangrientas y acarrear mucho más dolor social que las revoluciones políticas.
Un buen ejemplo de revolución social fue la Revolución Francesa, que si bien tuvo en sus inicios un talante meramente político (convertir la monarquía absolutista en una monarquía parlamentaria), terminó convertida en una guillotina de aristócratas y contrarrevolucionarios, cuando las facciones más radicales de los sublevados se hicieron con el poder y aspiraron a una transformación profunda del tejido social francés, erradicando a sus enemigos mediante decapitaciones selectivas. El resultado de dicho cambio social sería el advenimiento del bonapartismo, y después la instauración de la primera democracia moderna en Occidente.
Algunos ejemplos de revoluciones en la historia son los siguientes:
Revolución Industrial. Se conoce con este nombre al período de cambios profundos en la estructura laboral, productiva y económica de Occidente, especialmente de Europa, a partir de la irrupción de la automatización y de las máquinas de vapor en los siglos XVIII y XIX. El tren, los botes a vapor, las máquinas en las fábricas fueron algunos de los adelantos que cambiaron para siempre a la Europa rural y la convirtieron en un orden de países industrializados. Se convirtió así el campesinado en clase obrera y se consolidó el capitalismo como modelo económico imperante. Se conoce como Revolución Industrial a una época de transformaciones profundas y radicales en lo económico, social y tecnológico que comenzó en la Europa del siglo XVIII, específicamente en el Reino de la Gran Bretaña, y que se extendió a lo largo y ancho de Europa y de los Estados Unidos, finalizando a mediados del siglo XIX y comienzos del XX.
Los cambios suscitados en esta época fueron tan radicales que únicamente se los puede comparar con los vividos por la humanidad en el Neolítico, y pueden resumirse en el abandono de un modelo agrario de comercio, trabajo y sociedad, en pos de uno urbano, mecanizado e industrializado.
La piedra angular de esta revolución lo constituyó la tecnología, específicamente la aparición del ferrocarril y posteriormente de la electricidad, que modernizó las técnicas laborales y agrícolas basadas hasta entonces en el trabajo manual y las bestias de carga, respectivamente. Esto impactó en el producto interno bruto de las naciones y representó un crecimiento sostenido de la riqueza y un cambio permanente en el modo de vida de las grandes masas como nunca antes se había vivido.
La Revolución Industrial suele dividirse en dos etapas: una Primera Revolución Industrial, que inicia alrededor de 1760 con la aplicación del modelo de fábricas textiles en una Gran Bretaña gobernada por la monarquía liberal no absolutista; y una Segunda Revolución Industrial, caracterizada por una aceleración de los cambios producidos por la nueva tecnología en la sociedad europea, que inicia alrededor de 1850 y culmina con el comienzo de la Primera Guerra Mundial en 1914.
Causas de la Revolución Industrial
Los antecedentes de la Revolución Industrial tuvieron que ver con el Renacimiento de la cultura europea tras la Edad Media y su ingreso a la Época Moderna, lo cual representó una nueva valoración de las ciencias y los saberes, ya libres del yugo de la fe, centrados más bien en la razón humana (consecuencia a su vez de la Revolución Científica del siglo XVII).
Otro desencadenante vital fue el capitalismo, que ya había empezado a instaurarse gracias a las Revoluciones Burguesas y al abandono del Antiguo Régimen. El pensamiento liberal, que imperaba en las naciones de monarquías no absolutistas, de la mano del espíritu del protestantismo y de la necesidad de producir los propios bienes de consumo, dada la disminución en las importaciones que ocasionaron las Guerras Napoleónicas y las Guerras de Independencia americanas, condujo a una necesaria alianza entre los agricultores y los comerciantes, que ocasionaría un auge demográfico y la disponibilidad de nueva mano de obra.
Las consecuencias de la Revolución Industrial fueron tremendas e irreversibles en la historia de la humanidad. Entre ellas podemos enumerar las siguientes:
Cambio radical del modelo de vida. Las mejoras en los sistemas de producción y de comercio sentaron las bases de la producción en masa de bienes, lo cual significó la aparición de nuevos empleos y la generación de riquezas en la masa. Esto incidió en el aumento de la natalidad y de la esperanza de vida (explosión demográfica), además de un notorio éxodo rural hacia las urbes.
Nuevos transportes. La tecnología a vapor, inicialmente, y luego el motor de combustión y la electricidad, permitieron nuevos métodos de transporte que redujeron significativamente los tiempos de espera por la mercancía y permitieron la movilidad humana a velocidades jamás sospechadas.
Surgimiento de las ideologías de izquierda. La predominancia de la burguesía como dueña de los medios de producción, y su explotación de la mano de obra de los obreros industriales y campesinos empobrecidos, marcó el surgimiento del sindicalismo, el socialismo, el anarquismo y el comunismo.
Los trenes son la figura emblemática y fundamental de la Revolución Industrial.
Algunos de los más importantes inventos que tuvieron lugar durante la Revolución Industrial fueron:
La máquina a vapor. Construida por primera vez en 1768 por James Watt, esta máquina capaz de convertir el calor de una caldera alimentada por carbón en fuerza de movimiento dio origen a los trenes, los barcos a vapor y otros mecanismos de producción mucho más potentes y veloces.
Los trenes. Figura emblemática y fundamental de la Revolución Industrial, el tren acortó los tiempos de traslado de personal y mercancía, unificó pueblos lejanos y cambió para siempre el modo en que pensamos la distancia.
El bombillo. Ideado a principios del siglo XIX, fue quizás la aplicación práctica de la electricidad que mayor impacto tuvo en los hogares europeos. Hasta entonces la iluminación se producía mediante la quema de gas o de combustible, y la bombilla eléctrica supuso la posibilidad de alumbrar las noches y extender los períodos útiles del trabajo y de la vida.
La máquina de hilar. Este aparato revolucionó la producción de textiles, que hasta entonces se daba manualmente y de manera artesanal, permitiendo que varias hilanderas pudieran trabajar al mismo tiempo, maximizando la producción textil. Poco después se dieron los primeros pasos en la relativa automatización del proceso.
Segunda Revolución industrial
La Segunda Revolución Industrial ocurrió entre 1850 y 1914, y supuso el desarrollo de grandes y revolucionarios inventos en materia de transporte (motores a combustión, aviones) y telecomunicaciones (telégrafo, teléfono, radio). Su impacto fue aún mayor que el de la Primera Revolución Industrial y cambió para siempre los modelos de trabajo, educación y convivencia ciudadana.
Además, condujo a una llamada primera globalización, en la que la economía se internacionalizó y expandió su influencia sobre los territorios no alcanzados en la explosión anterior.
1. ¿Qué es la industria?
La industria es el conjunto de las actividades humanas capaces de transformar la materia prima en productos elaborados o semielaborados, a través de la realización de un trabajo mediante herramientas o maquinaria, recursos humanos, y el consumo de energía.
La industria forma un eslabón fundamental para la sociedad contemporánea, al mismo tiempo que uno de los principales factores de riesgo medioambiental y ecológico. Su impacto sostenido desde los tiempos de la Revolución Industrial empieza a ser inocultable a principios del siglo XXI.
Se consideran industrias, prácticamente, todas las labores de producción a partir de materia prima, incluso las asociadas a labores artesanales. Sin embargo, en la idea moderna de industria la automatización y la producción en serie (el llamado Fordismo) suelen ser elementos fundamentales.
La capacidad de producir más y más rápido es el espíritu que guía a la industria contemporánea, lo cual marcha de la mano de la tecnología y la ingeniería, incluso cuando ello significa reemplazar trabajadores humanos por máquinas.
Las industrias en la sociedad suelen ocupar el Sector Secundario, que recibe la materia prima y la transforma en productos comercializables. Sin embargo, también pueden pertenecer al Sector Primario, como es el caso de las industrias extractivas.
La industria, de alguna manera, ha estado siempre presente en el deseo del ser humano de adaptar el mundo a sus necesidades, para poder vivir más, mejor y con menos esfuerzo. Sin embargo, entre los siglos XVIII y XIX se dio la Revolución Industrial, es decir, el más alto nivel en la historia en las capacidades humanas de transformación de la materia prima.
Esta explosión de la industria se había comenzado a construir luego de la caída del feudalismo medieval, cuando la población migró de las áreas rurales a las ciudades, para integrar una nueva mano de obra que empezaba a hacerse necesaria: la clase obrera. También con la Revolución Industrial se desarrolló el capitalismo como modo de producción.
Durante el siglo XIX y la mitad del XX, la explotación industrial de la fuerza de trabajo obrera fue el mayor aporte a los PIB de las naciones europeas, permitiendo además el surgimiento de la especialización y de nuevas tecnologías, de la mano de los nuevos avances científicos del siglo.
La nueva sociedad industrial dividió a los países del mundo entre industrializados o desarrollados, aquellos que dieron el salto hacia economías productivas e independientes, y países subdesarrollados o no industrializados, que son aquellos dependientes de las economías extranjeras y dedicados a la venta de materias primas
Existen diversos tipos de industria, dependiendo del sector específico al cual se dedique su producción. Algunos de los tipos más conocidos son:
Industrias pesadas. Empleando grandes cantidades de materia prima y energía, generalmente se dedican a la siderurgia y a otras actividades que generan materiales semiprocesados, insumos a su vez para las industrias básicas.
Industrias siderúrgicas o metalúrgicas. Se dedican a la transformación y aleación de los metales, para lograr formas útiles para otras industrias o para el consumidor directo.
Industrias químicas. Dedicadas a la obtención de elementos químicos y compuestos, para ser usados por otras industrias o directamente por los consumidores.
Industria petroquímica. Como su nombre lo indica, se dedica a la transformación química del petróleo, o sea, a su refinamiento para obtener diversos derivados, como la gasolina, el keroseno o el plástico.
· Se llama manufactura al proceso de fabricación, es decir, a la producción económica de bienes de consumo, abarcando un amplio rango de actividades humanas, que van desde la artesanía hasta la industria masificada, y transformando la materia prima en productos elaborados o semielaborados.
· Es decir, que es un término más o menos sinónimo al de industria, en los casos en que se trata de industrias del sector secundario. Así, podemos hablar de industrias manufactureras, para diferenciarlas de las industrias dedicadas a la extracción de materia prima, como la industria minera.
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